1) Sedación sin riesgo, que requiere la comunicación con el paciente, la monitorización y la disponibilidad de un equipo de reanimación para situaciones de urgencia;
2) Alivio de la ansiedad, amnesia y reducción de los estímulos desagradables (ruidos, frío) en el ambiente que rodea al paciente, y
3) Alivio del dolor, mediante la administración de anestésicos locales y narcóticos.
Cualquier técnica de sedación consciente debe esforzarse por identificar las causas especificas de dolor, ansiedad y agitación para prescribir una terapéutica específica: el dolor puede manejarse mediante analgesia regional o local, analgésicos sistémicos o supresión del estímulo doloroso; la ansiedad se reduce por lo regular utilizando un ansiolítico como una benzodiacepina, y tranquilizando al enfermo; la agitación puede ser secundaria a dolor o ansiedad. Sin embargo, situaciones como una vejiga distendida, hipotermia, hipertermia, prurito, náuseas, incomodidad postural, el uso de la mascarilla de oxígeno y cánulas nasales incómodas, infiltración en el sitio de la venoclisis, un miembro del equipo quirúrgico recargado en el paciente e insuflación prolongada de los manguitos y torniquetes neumáticos. También, es importante disminuir al máximo o eliminar los factores que pongan en peligro la vida, como hipoxia, hipercapnia y toxicidad inminente de los fármacos.
Requerimientos de soporte en la sedación profunda:
Monitoreo hemodinámico( ECG, PNI)
Monitoreo de SPO2 (por oximetría de pulso) y fuente de O2 + BVM.
Mantener vía aérea permeable mediante maniobras, y/o disponer de todos los elementos necesarios para instrumentarla
Contar con elementos necesarios ante descompensación hemodinámica
(materiales descartables, líquidos de p/ infusión IV, drogas como vasopresores, inotrópicos y antagonistas como flumazenil)
Siempre estar alerta a la clínica del paciente y su correlación con los registros del equipo de monitoreo si es necesario realizar observación y monitoreo manual – por lo que es necesaria la supervisión rutinaria del funcionamiento de los equipos –
En pacientes sin SNG evaluar el tiempo de última ingesta y tener muy presente la necesidad de aspiración.
Requerimientos de soporte en la sedación profunda:
Monitoreo hemodinámico( ECG, PNI)
Monitoreo de SPO2 (por oximetría de pulso) y fuente de O2 + BVM.
Mantener vía aérea permeable mediante maniobras, y/o disponer de todos los elementos necesarios para instrumentarla
Contar con elementos necesarios ante descompensación hemodinámica
(materiales descartables, líquidos de p/ infusión IV, drogas como vasopresores, inotrópicos y antagonistas como flumazenil)
Siempre estar alerta a la clínica del paciente y su correlación con los registros del equipo de monitoreo si es necesario realizar observación y monitoreo manual – por lo que es necesaria la supervisión rutinaria del funcionamiento de los equipos –
En pacientes sin SNG evaluar el tiempo de última ingesta y tener muy presente la necesidad de aspiración.
En el caso de pacientes conectados a asistencia ventilatoria mecánica (AVM) suelen experimentar ansiedad, miedo y dolor. Estos síntomas pueden influir en la capacidad de tolerar la ventilación mecánica debido al desarrollo de patrones respiratorios asincrónicos con el respirador, aumento del consumo de O2 y de la producción de CO2, inestabilidad hemodinámica, hipoxemia, alteraciones en la ventilación pulmonar, etc. Se debe valorar la efectividad del nivel de sedación (o sedoanalgesia) del paciente mediante escala de evaluación de Ramsay, y tener presentes en el caso de desadaptación el estado hemodinámico, patologías de base y antecedentes (como alcoholismo), la presencia de dolor, fiebre y factores de incomodidad o ansiedad; fundamental en pacientes en pre-weaning, se define como nivel adecuado de sedación al de 3 ó 4 de la escala de Ramsay.
Fuente: Rodriguez, Cristina. "Revisión Bibliográfica sobre Sedación". Residencia de Enfermería en Emergencias y Cuidados Críticos del Hospital Juan A. Fernández. Buenos Aires,2009
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